miércoles, 12 de noviembre de 2014

Bienvenidos

Muy buenas a todos, este es un blog en el cual expondremos nuestra respuesta al reto primero de Ciudadanía propuesto para este trimestre.



Os agradeceríamos que comentaseis y debatieseis los temas que aquí aparecerán sobre la autonomía y la identidad personal, principalmente orientados hacia el libro de El señor de las moscas, de William Golding. Cualquier respuesta constructiva será bien recibida, ya que nos ayudará a desarrollar más nuestras consignas.

Comienzo

Para empezar con nuestra propuesta procederemos a explicar el significado de estas dos palabras, puesto que no se puede trabajar sin conocer qué implica cada concepto desde nuestro punto de vista.


Autonomía: la RAE la ha aceptado como "Condición de quien, para ciertas cosas, no depende de nadie", y esto es bastante acertado, aunque ahora preferimos expresarlo con nuestras propias palabras. Ser autónomo, como persona, significa valerse por sí mismo sin que los demás realicen esa tarea por él. No queremos insinuar que no es malo necesitar la ayuda y compañía de otras personas, sino que cada cual debe luchar desde su punto de vista para conseguir las metas que él desea.


Identidad personal: según la RAE "Conjunto de rasgos propios de un individuo o de una colectividad que los caracterizan frente a los demás" o "Conciencia que una persona tiene de ser ella misma y distinta a las demás". Nosotros creemos que es el conjunto de características que diferencian a una persona de otra, definen la personalidad de uno mismo y mantenerse fiel a todo ello. Esto significa no cambiar sólo por el mero hecho de agradar a otros para cumplir su ideal y ser coherente contigo mismo.

Un resumen

El señor de las moscas narra las desventuras de unos chicos británicos cuyo avión ha chocado en una isla desierta en el Océano Pacífico. Sin adultos, tienen que organizarse; Ralph, uno de los chicos mayores, es elegido como jefe. La concha otorga cierto poder sobre el grupo, aparte de ser la mediadora en las asambleas; sólo aquel que la posea podrá hablar.



El primer problema surge cuando los niños pequeños tienen miedo a una bestia en algún sitio de la isla. Ralph decide, sin embargo, que es un temor fundado y, usando las gafas de Piggy, hacen una hoguera para señalar su posición de cara a posibles barcos que pasen.



La situación se torna tensa cuando otro chico —Jack—, que no está muy cómodo bajo el mandato de Ralph, opina que deberían centrarse en cazar en vez de en la hoguera. Él y un grupo cada vez más numeroso se vuelve más salvaje con el tiempo. Mientras tanto, otro personaje importante —Simon— ayuda a Piggy y a Ralph a hacer refugios.




Todo va más o menos bien, hasta que la gran mayoría empieza a descuidar sus obligaciones: aquellos que deberían estar vigilando la hoguera se unen a Jack para dar caza a un jabalí. En este momento Ralph estalla en cólera debido a que un barco pasa frente a la isla y no les ve debido a que el fuego se había apagado.




Entonces es cuando un paracaidista venido de la guerra aterriza en la isla, y creen que es la bestia que atormenta los sueños de los pequeños. Se ordena una búsqueda y captura del mismo. Para matarlo.




Simon cree que, en realidad, la bestia son ellos mismos; cada vez son más salvajes. Se va al monte a meditar, y puede ver la matanza que realiza el grupo de Jack.


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Jack cree que Ralph no debería ser el jefe, porque —en su opinión— tendría que cuidarse más de matar cerdos para proveer de carne al grupo. Se separa, y sus compañeros de coro y algún otro se les unen. Son cazadores. Son primitivos.




Ralph y su fiel Piggy se quedan solos, por tanto. Sin apenas conocimientos de caza ni refugios, cuando Jack organiza una fiesta después de haber sacrificado otro cerdo, no tienen más remedio que acudir si no es su deseo morir por inanición. Aparece Simon. Viene del monte. Cubierto de suciedad, líquidos corporales. Trata de explicar la existencia de la bestia. Sin embargo, no le reconocen; le apalean hasta la muerte. Sólo salvajes.




La situación empeora a partir de ese momento. La banda de Jack roba las gafas de Piggy; a pesar de tener sólo una lente sirven para hacer fuego. Deciden ir de visita diplomática a su base, pero Roger deja caer una roca sobre la cabeza del menor. Lo mata. Piggy. Ralph, huye. Atemorizado. Y en la playa se encuentra a un oficial de la marina británica. Milagrosamente, los muchachos son rescatados.









~  F    I    N  ~

Autonomía —ejemplos en la película y en la vida

En esta entrada describiremos varios ejemplos de la película El señor de las moscas y en la vida cotidiana que muestren autonomía en diferentes situaciones.


Primeramente, en el largometraje se pueden encontrar situaciones en que tienen que ser independientes de las personas adultas. Esto ocurre a lo largo de toda la película, pero creemos que es más crítico en ciertos momentos:


—Cuando el avión en el que vuelan se estrella y aparecen en la isla. Tienen que aprender a organizarse para conseguir comida, agua, refugio y demás comodidades. Y deben hacerlo rápido, porque se hallan con un grupo numeroso de niños asustados. Habrán de mostrarse fuertes y maduros para afrontar la situación el al que se encuentran.
—En la escena de la hoguera, la cual deciden encender en la parte alta de la isla, con el fin de que el humo se vea mejor desde el mar, y tengan más posibilidades de que un barco les vea, buscan materiales orgánicos que puedan prender (ramas secas, hojas, etc.) y una forma de encenderlos. Resuelven este último problema utilizando las gafas de Piggy y la luz del sol.
—En las asambleas, para mantener un orden en las intervenciones, sólo el que posea la caracola (que Ralph encontró) puede hablar.
—En el momento en que pasan hambre se establecen grupos de caza para atrapar a los cerdos salvajes de la isla.
 —Cuando el grupo de Jack decide construir el fuerte. Al fin y al cabo tienen que organizarse, y no cuentan con ningún tipo de ayuda adulta.



En la vida se dan continuamente ejemplos y situaciones en que debemos ser autónomos de nuestros padres, ya que llegará el momento en que no estén y tenemos que aprender. Las más importantes podrían dividirse en tres grupos:

—En la toma de decisiones: podemos elegir qué queremos para nuestro futuro por nosotros mismos, sin la necesidad de que nuestros familiares decidan por nosotros. Esto no significa que no nos puedan ayudar, sino que la última palabra debería ser nuestra.
 —En la resolución de problemas: se puede aprender a ser más independiente a la hora de afrontar situaciones difíciles o que nos supongan un esfuerzo mayor, ya que podremos sacar algo en claro de los errores que cometamos.
—Forjarnos nuestras propias opiniones y argumentos: pudiendo defender las ideas propias, y tener un punto de vista personal.

Identidad personal —ejemplos en la película y en la vida

En esta entrada hablaremos sobre la identidad personal en la película de El señor de las moscas y en la vida real.

En la película podrían diferenciarse varias situaciones:

—Cuando Ralph y Piggy no se convierten en salvajes como el resto de chicos.
—Cuando Piggy mantiene sus ideales y su punto de vista, aun con todos en su contra.
—En todos los momentos en que Ralph se enfrenta a Jack intentando hacerle ver que lo que hace está mal, a pesar de que todos opinan como el segundo.
—Al mismo tiempo, cuando Jack no se deja convencer, puesto que cree que lo que hace es correcto, y tiene motivos perfectamente razonados y válidos.
También hay escenas en las que se dejan influenciar:
—Cuando los niños pequeños, que todavía no saben discernir entre el bien y el mal, se dejan llevar por las creencias de uno u otro. Al final, se decantan por Jack, debido a que él les promete emoción y actividad, no como Ralph, que actúa con más prudencia.

En la vida mantenemos nuestros ideales e identidad personal cuando: 

Evitamos modas absurdas o que simplemente sigamos por convicción colectiva. Ese que lo hagan todos no es —o no debería ser— un motivo de suficiente peso como para alterar nuestro comportamiento de ese modo.
—Defendemos nuestras opiniones, ya que —en teoría— están sólidamente fundamentadas y tienen sentido, al menos para nosotros. Conservándola, o cambiándola razonadamente y no porque tal o cual persona sólo lo diga, somos coherentes.
Existen situaciones a lo largo de nuestro día a día en las que podemos dejarnos influenciar innecesariamente, y principalmente son:

—Seguimos modas sin sentido.
—Alteramos nuestro modo de ver algo porque alguien lo crea así.
—Hacemos ciertas cosas ciertas pruebas para que un grupo de personas nos acepte entre ellos.

Corto inspirador —Identidad



En este vídeo hay un flashback del momento final de la historia en la que aparece la protagonista asustada por algo que desconocemos todavía. Posteriormente empieza a verse ya desde el principio, y se va descubriendo poco a poco la trama del corto, la causa por la cual está así cuando acaba. Y es que todos llevan máscaras y, cuando se la quita, la miran mal por ser diferente a los demás.





El significado




Las máscaras en este corto son una metáfora de la realidad; en verdad sí que llevamos dichas máscaras, aunque no sean materiales. Esto significa que con unas personas nos comportamos de cierta manera para aparentar ser, agradarlos y ser aceptado por ellos, sin mostrarnos como realmente somos. En estas imágenes la protagonista se asusta cuando ve su verdadero rostro, porque le han enseñado que no esconderse es malo, y es normal su reacción teniendo en cuenta el mundo en el que vive —que es el nuestro. Pero, al final, decide no seguir fingiendo para los demás y ser como es. Es en ese momento cuando todos lo notan y la miran diferente. Aun así ella continúa firme a su decisión, y este podría ser un buen ejemplo de no intentar complacer a una sociedad hipócrita y mantenerte fiel a tus ideales.




Una situación a destacar es en el momento en que una chica se quita una máscara que llevaba y dejarse otra cuando va a unirse a la conversación de otro grupo, porque así, haciendo lo que grupos concretos hagan, puede ser aceptada en más. Esto implica cambiar continuamente de identidad según de la gente con  la que estés.




Entonces, ¿cuándo vas a mostrar tu verdadero ser?






Nuestra opinión




Nosotros creemos que sí que es un corto inspirador porque se adapta bastante a nuestra vida cotidiana. Es una buena reflexión para intentar cambiar.

Una historia de superación






Este vídeo trata de cómo una persona puede superar cualquier obstáculo que le ponga el destino, por muy grande que sea, si estás bien acompañado.

   
En el vídeo Taylor Morris, un hombre americano, se alista en el ejército, en la unidad de desactivación de artefactos explosivos de las fuerzas especiales y en su primera misión —un año en Afganistán—, tuvo un accidente y perdió las extremidades.


Gracias a la ayuda médica, rehabilitación y sus familiares y amigos, consiguió recuperarse, usando una silla de ruedas al principio y más tarde, unas prótesis.




Opinamos  que esta vivencia es inspiradora y motivadora para las personas que lo vean, ya que la historia de superación de Taylor Morris es un ejemplo para la vida cotidiana y para la gente que tiene problemas. Nosotros creemos que la lección que enseña esta situación es que pase lo que pase hay que seguir siempre hacia delante y que, con ayuda, nada es imposible.

Carrera de ranas

«Y las ranas se volvieron a reunir al pie de la montaña como cada año para celebrar la carrera a la cima. El recorrido era sumamente empinado, y ninguna rana nunca había conseguido llegar a la meta, por lo que ese año las ranas que no iban a participar decidieron abuchear a las corredoras, porque no lo iban a lograr de ningún modo.
Así ocurrió, poco a poco todas las ranas se fueron retirando de la carrera, exhaustas y desmoralizadas por la falta de ánimos. Todas, no: una continuó saltando, y saltando; y, saltando, llegó a la cima. Y, desde arriba, pudo contemplar a la multitud de ranas que se había congregado para el evento, y solamente pudo decir una cosa:
—Gracias por el apoyo.
 Y es que la rana era sorda.»





La moraleja:



En verdad la rana, al no poder oír, pensó que los abucheos eran ánimos, y se sintió lo suficientemente motivada como para continuar y finalizar la carrera.



Esto, por supuesto, es una metáfora del modelo a seguir cuando todo el mundo parezca estar en tu contra. Hay que hacer oídos sordos a toda crítica no constructiva para que no nos pase lo que a las otras ranas. Esta historia narra un ejemplo clarísimo de superación y de la actitud que hay que mantener para conseguir tus metas, a pesar de lo que diga la gente. Tú siempre sigue adelante, no escuches las críticas destructivas, que no te importe tanto la aceptación de los que te rodean y sé tú mismo.

Entrevista a Pablo Solano

Hemos tenido el placer de entrevistar a Pablo Solano, profesor de Religión en el I.E.S. Barañáin, acerca del tema a tratar en este blog.



B: ¿Conoces alguna persona que haya tenido que cambiar su identidad personal o su forma de ser para que un grupo de personas le acepte?

P: Sí, claro. A mis amigos de Jarauta, que alguno no bebía y terminó haciéndolo. Y no sólo eso, sino también fumar marihuana...

B: ¿Crees que en la sociedad actual las personas nos preocupamos demasiado por seguir modas y y ser bien vistos por la sociedad? 
P: Sí, por desgracia, cada vez más. Aunque, por supuesto, todo depende de la edad; igual a la vuestra esto ocurre con mayor frecuencia.
B: ¿Ocurría eso cuando tenías nuestra edad?
P: También, eso ha ocurrido siempre, tanto cuando yo estudiaba como ahora.




B: ¿Has visto la película de El Señor de las Moscas?, ¿qué te parece el trasfondo de la película?
P: Sí, la he visto, y creo que quiere decirnos que, en el fondo, todos tenemos un instinto animal que nos domina en ciertas situaciones. Para evitar eso hay que educarnos, e intentar que esos impulsos no nos controlen.

B: ¿Crees que te has dejado influenciar por los demás, cambiando tu forma de ser?
P: Sí, por ejemplo cuando en vez de ir a andar en bici me iba de juerga con los amigos. Al final pienso que todos nos hemos dejado influenciar alguna vez.

B: Por último, ¿podrías decirnos algún ejemplo en el que hayas tenido que ser autónomo en tu vida?
P: Yo recuerdo cuando muchos de mis amigos fumaban, y me decían que yo lo hiciese, también, aunque yo sabía que eso no era para mí. Creo que me acabaron apreciando de verdad por eso, por mantenerme firme en mis ideas.




B: Muchas gracias, Pablo, por habernos atendido y haber dedicado parte de tu tiempo.